lunes, 4 de mayo de 2015

EL REY XIMÉNEZ, EL PRINCIPIO DEL FIN DEL REINO Y DE LA CORONA DE ARAGÓN.

El Cardenal Ximénez, como en su época y hasta el siglo XIX se le
conocía, fue de facto, el primer rey de lo que hoy conocemos como la nación española.
Regente en dos ocasiones de Castilla, Arzobispo de Toledo y principal inquisidor del Santo Oficio, ha pasado a la historia como el eslabón y nexo de unión de los antiguos reinos medievales de la península, a la nación y posterior gran imperio que de España se forjó, y que ni el maquiavélico Fernando, llegara jamás a imaginar.



Sencillo monje franciscano, fue llamado por Isabel la Católica para ser su confesor, transformándose con el tiempo, en uno de los más grandes hombres de estado y hábil político de su época, haciendo frente con gran capacidad e intuición, al desastre político que se adivinaba tras la muerte de Fernando el Católico, estando su hija Juana, (heredera legítima de todos sus reinos), incapacitada emocionalmente, para sobrellevar sobre sí la intrincada y compleja situación política, que interior y exteriormente, exigía un gran sobre esfuerzo, físico y mental, para hacerse cargo de la herencia política de sus padres.
Carlos, nieto mayor de los Reyes Católicos, adolescente nacido en el extranjero, y sin saber siquiera hablar castellano, fue en quien se pensó traspasar la inmersa carga de gobernar, teniendo que hacer frente a las enrevesadas tramas de las diferentes noblezas de cada reino, así como a las conspiraciones sociales y políticas, tanto internas como con Francia o los Estados Pontificios. También tendría que estar, y nunca mejor dicho, al pie del cañón de los constantes enfrentamientos bélicos que en aquellos años tan convulsos, había que acometer, personándose, como era costumbre en aquella época, en los mismos campos de batalla.
Juana, su madre, no estaba dispuesta ni preparada para sobrellevar sobre sus hombros, tan pesada carga del nuevo estado que se estaba formando, de ahí la importancia del Cardenal Ximénez de Cisneros, ya que al ostentar a su vez el ser Arzobispo de Toledo y ser el máximo inquisidor del Santo Oficio (único organismo que tenía jurisdicción en todos los territorios del nuevo estado), aglutinó bajo su mando, mucho mayor poder que el de muchos reyes de la historia de España, ya que habría que añadir, (como así en su blasón ajedrezado lo refleja), un importante ejército, capaz de conquistar la importante ciudad de Orán, y otras importantes enclaves de la costa africana, desde donde los piratas berberiscos, interferían en el normal flujo comercial marítimo entre las Baleares, Valencia, Barcelona, Sicilia , Nápoles, Génova, Venecia y demás estados amigos, o enemigos en el Mediterráneo con los que se comerciaba.
El Rey Ximénez se convirtió en el artífice de esa nueva nación que aún hoy en día perdura, a pesar de los propios españoles, quienes en sus constantes desencuentros, parecen siempre estar a punto de desgajarse unos de otros. Pero esa unión política que los Reyes Católicos soñaron, aún perdura, cerrando esa unión con la Conquista de Navarra por parte del aragonés Fernando, pero a través de la mano armada de Castilla y que Fernando tan hábilmente supo manejar. Teniendo la suerte de contar entre sus mejores hombres, con Gonzalo Fernández de Córdoba, “El Gran Capitán”, quien desplazó sus tropas castellanas a la Península Itálica, para defender los intereses del Rey de Aragón por aquellos territorios. De aquellas tropas habrían de surgir posteriormente los temidos por toda Europa, Tercios Españoles, que no habrían de ser ya tropas aragonesas o catalanas en sí, sino que se le añadirían tercios formados por gallegos, por asturianos, vascos irlandeses o alemanes entre otros.
A Ximénez de Cisneros, le debemos la modernización y reorganización social que supuso la obligación de ser censados todos los ciudadanos con el primer apellido del padre y de la madre como primer y segundo apellido de cada ciudadano, ya que en muchos lugares, se acostumbraba a conocer a cada individuo por diferentes motes u oficios, teniendo en muchos casos, unos mismos hermanos, diferentes formas de nombrárseles o conocérseles.
Aunque cada territorio, con sus diferentes nobles y señores poderosos habrían de luchar porque no se perdieran sus prebendas y privilegios, como así también el alto clero, poco a poco y en muchos casos con un alto coste en vidas, como fue el alzamiento Comunero de Castilla, estos antiguos reinos medievales, habrían de dar paso a un estado centralizado, encarnado en la figura del rey y posteriores emperadores, como lo fueron Carlos I y su hijo Felipe, delegando estos en los llamados “Virreyes”, por lo extenso de sus territorios, (No hay que olvidar que el descubrimiento de América, habría de aportar ingentes esfuerzos humanos y económicos al nuevo imperio) y quienes siendo en sí, meros funcionarios, suponía a quienes ostentaran dichos títulos, pertenecer o estar en lo más alto del escalafón político de ese nuevo y extenso imperio.
Aunque los usos y costumbres reflejados en los fueros de cada territorio seguían vigentes en cada antiguo reino o condado, estos estaban supeditados a la dirección central del estado español, como hoy en día lo es la Comunidad Foral de Navarra, único antiguo reino medieval que jamás perdiera sus fueros, pero que nadie en España, ni aún hoy los mismos navarros, ven en estos fueron en vigor, una herramienta jurídica que legitime ruptura o segregación alguna de ese territorio de la nación y resto de comunidades que forman España.
El Rey Ximénez marca el principio del fin del reino de Aragón y de su Corona, ya que hizo efectiva la voluntad de Fernando el Católico, de crear un nuevo reino, superior a los medievales de León, Castilla y Aragón , traspasando no a Aragón, sino a Castilla, la soberanía de Navarra tras su anexión y conquista; Anexión y conquista que su nieto Carlos habría de hacer efectiva definitivamente, y hasta nuestros días, sobreponiéndose a las intrigas del reino de Francia de reponer en Navarra a un rey títere acorde a sus intereses.


FUENTE: Red
AUTOR: Desconocido.

4 comentarios:

  1. Vaya con el Rey Ximénez... Ya leeré esto más despacito...

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  2. Muchas gracias JOS por tu lectura!.

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  3. Bueno, leído más detenidamente, más que el fin del Reino y de la la Corona de Aragón, en lo que desembocó fue en un Estado-Imperio centralizado, dejando atrás los Reinos Medievales.
    Lo que no tengo muy claro es lo del aforamiento de Navarra... En la Constitución actual, creo recordar que hay una disposición transitoria que sí que puede otorgar legitimidad, al menos para anexionarse a Euskalerria... Al menos, eso tengo entendido...
    En fin, esperemos que no haya mayoría para apoyar esto, pues creo que luego vendría otro paso mayor, al tener ya esa tierra un número de habitantes suficientes como para dar el paso a su deseo de derecho de autodeterminación.
    Si miramos la Historia, es cierto que se perdió el Reino de Aragón como tal, por ejemplo, mas a cambio, se logró una gran nación que llegó a ser un imperio. Lo cual, nos hace pensar que estando unidos es como somos fuertes dentro de esto de el interés geopolítico y, por tanto, más tenidos en cuenta en el orden mundial.
    Lo de las sensibilidades las puedo comprender, pero si nos paramos a pensar, creo que si nos empezásemos a dispersar, al final acabaríamos saliendo perdiendo todos.
    Bueno, esto es sólo una pincelada de mi opinión; está claro que este tema da para muchísimos debates...
    Como nota, me gustaría añadir algo que me ha llamado la atención: El inmenso poder que tenía por aquel entonces la Iglesia...
    Enhorabuena por el post; es de los más interesantes que he leído, aunque todos tengan su importancia para llegar a comprender el punto histórico del que parte este post.
    Saludos!!

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  4. ¡ Gracias por tus comentarios !.

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4 comentarios:

  1. Vaya con el Rey Ximénez... Ya leeré esto más despacito...

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  2. Muchas gracias JOS por tu lectura!.

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  3. Bueno, leído más detenidamente, más que el fin del Reino y de la la Corona de Aragón, en lo que desembocó fue en un Estado-Imperio centralizado, dejando atrás los Reinos Medievales.
    Lo que no tengo muy claro es lo del aforamiento de Navarra... En la Constitución actual, creo recordar que hay una disposición transitoria que sí que puede otorgar legitimidad, al menos para anexionarse a Euskalerria... Al menos, eso tengo entendido...
    En fin, esperemos que no haya mayoría para apoyar esto, pues creo que luego vendría otro paso mayor, al tener ya esa tierra un número de habitantes suficientes como para dar el paso a su deseo de derecho de autodeterminación.
    Si miramos la Historia, es cierto que se perdió el Reino de Aragón como tal, por ejemplo, mas a cambio, se logró una gran nación que llegó a ser un imperio. Lo cual, nos hace pensar que estando unidos es como somos fuertes dentro de esto de el interés geopolítico y, por tanto, más tenidos en cuenta en el orden mundial.
    Lo de las sensibilidades las puedo comprender, pero si nos paramos a pensar, creo que si nos empezásemos a dispersar, al final acabaríamos saliendo perdiendo todos.
    Bueno, esto es sólo una pincelada de mi opinión; está claro que este tema da para muchísimos debates...
    Como nota, me gustaría añadir algo que me ha llamado la atención: El inmenso poder que tenía por aquel entonces la Iglesia...
    Enhorabuena por el post; es de los más interesantes que he leído, aunque todos tengan su importancia para llegar a comprender el punto histórico del que parte este post.
    Saludos!!

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  4. ¡ Gracias por tus comentarios !.

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