jueves, 18 de diciembre de 2014

LA TRONCA DE NAVIDAD

Se nos acercan las fiestas de Navidad. Las ciudades ya empiezan a engalanarse con sus luces de colores, sus escaparates con las figuras del Pesebre o del tan célebre personaje como es Papá Noël. 
Atrás dejamos nuestros problemas cotidianos para dar paso a los buenos sentimientos, a la bondad, generosidad y al consumismo.

Recuerdo que cuando llegaban éstas fechas, mi abuela siempre nos traía barritas de guirlache y unas tortas que se hacían con miel, azúcar, almendras o avellanas y huevo. Se asemejan mucho al turrón duro de alicante.
Todavía la veo cuando llegaba en el tren, enlutada desde años, primero por la desaparición  de su hermano Pedro en el Frente , más tarde por la muerte de sus padres, y que ya nunca más se lo quito. Iba cargada hasta más reventar. Cuando la veíamos, íbamos corriendo hacia ella para cogerle los paquetes (más bien eran cajas de cartón atadas con una cuerda), y el pañuelo de hato...¡Dios, nunca supe cómo podía  llevar tanta carga en la cabeza cuando salía a la estación para coger el tren!.  Siempre salía a la estación, con el remolque (era el único medio de tracción que para entonces se disponía) en una mano, y un paquete en la cabeza, el cual se ponía sobre una base redonda hecha con un trapo. No me extraña que tuvieran más adelante tantos problemas con la columna.

¡Era como un ritual el abrir los paquetes!, aunque más bien creo que era por la propina que siempre nos escondía en algún paquete y que la ponía debajo del todo...¡cómo disfrutaba ella viéndonos buscar la propina!. Nos traía de todo...cardos, patatas, pollo de los que criaba, y sobre todo, el guirlache y las tartas de almendra que anteriormente os he mencionado...
Es curioso, nunca recuerdo lo que cenábamos el día 24, tal vez porque mi padre trabajaba de noche y tan apenas lo celebrábamos, o bien  tal vez porque mi memoria ya me falla. Lo que sí comíamos el día 25 era canalones y por noche comíamos pollo o pavo escabechado que había traído mi abuela, acompañada por un trozo de chusco del pueblo. Para postres, el guirlache, flan, ¡ y cómo no!, las magdalenas y tortas que nos había traído del pueblo.
¡Esa era mi navidad!...

Ahora, nos volvemos muy modernos... Hemos incorporado a Papa Noël y una tradición bastante antigua por aquí, la ¡¡TRONCA DE NAVIDAD !!...

La tronca es una tradición aragonesa de Navidad. Es el tronco más grande de la leñera, guardado especialmente para esta fiesta. Solía estar hueco para poder guardar dentro o junto a él los regalos que se repartían en Nochebuena.

Cuando se colocaba en el hogar, eran los niños los encargados de hacer soltar la carga a base de golpes repetidos, que junto con frases, bendiciones rituales y las chispas que con cada golpe salían del fuego, eran el calor familiar y mágico de una fiesta ancestral como la del solsticio de invierno.

Con el éxodo rural a las ciudades, esta tradición, como el resto de la cultura popular, casi desaparece sin dejar rastro. Queremos invitarte a recuperar con nosotros esta bonita alternativa aragonesa a Papá Nöel, y poner en vuestra casa otra vez la Tronca de Navidad, aunque sólo se queme en vuestros pensamientos ... aunque si tenéis hogar y chimenea, ¡mucho mejor!.

CÓMO CELEBRAR HOY LA TRONCA DE NAVIDAD

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